¿Qué es el síndrome del ordenador? claves para detectarlo y frenarlo 26/01/2021
En este post te vamos a contar en qué consiste el síndrome del ordenador y te daremos algunos consejos para poder evitarlo o en su defecto, poder apaciguarlo un poco.
Esta afección, a muchos papás y mamás se les escapa, no saben exactamente qué es y cómo detectar los síntomas.
No os preocupéis, tenemos la solución, os vamos a dar las claves para que una vez que lo detectáis, podáis frenarlo de raíz.
En qué consiste el síndrome del ordenador
Consiste en serias molestias visuales, derivadas de un uso prolongado de las Nuevas Tecnologías. El síndrome del ordenador afecta tanto a mayores como a menores. Es por ello que a parte de cuidar a nuestros peques de que esto no les ocurra, también debemos cuidarnos nosotros.
Cuando usamos la Tecnología, y esto nos pasa a todos, nos encontramos ensimismados y no nos damos cuenta del tiempo que pasamos delante de las pantallas.
Esto hay que frenarlo y empezar a ser más responsables con el uso que le damos.
Síntomas que te hacen detectar un posible síndrome del ordenador
Los síntomas de esta afección se pueden clasificar en diferentes puntos:
- Visuales: visión borrosa, lagrimeo, fatiga, fotofobia, visión doble.
- Oculares: dolor ocular, sensación de arenilla, sequedad, rojez, sensación de quemazón, pesadez.
- Sistémicos: dolor de cabeza, náuseas, vértigo.
- Musculo-esqueléticos: rigidez o dolor en hombros, cuello, espalda, brazos, muñecas y manos.
- Cutáneos: sensación de quemazón o picor en la cara, eritemas, cara rojiza, hinchazón, rosácea.
Existen muchas circunstancias que pueden provocar estas molestias relacionadas con el uso de los dispositivos tecnológicos. Las causas más comunes son:
- Oculares: padecer defectos refractivos mal corregidos (miopía, hipermetropía, astigmatismo), trastornos de acomodación, insuficiencia de convergencia o utilizar lentes de contacto.
- Ambientales y ergonómicos: estar en un lugar mal iluminado o con mala ventilación, tener una resolución de la pantalla deficiente o con reflejos y brillo excesivos, pasar un excesivo número de horas sin realizar pausas.
- Estado de salud: podemos tener alteraciones físicas o problemas emocionales.
Factores que favorecen estas molestias
- En primer lugar,exposición aumentada de la superficie ocular: la posición de los ojos frente a la pantalla, implica un aumento de la apertura de los ojos, lo que trae como consecuencia una mayor exposición de la superficie ocular y, por tanto, una mayor evaporación de la lágrima.
- En segundo lugar, disminución de la frecuencia de parpadeo: los adultos parpadeamos entre 12 a 20 veces por minuto en situaciones normales. Sin embargo, la frecuencia de parpadeo frente a una pantalla disminuye hasta alcanzar una media de 3,6 por minuto. Los síntomas más frecuentes que genera esta situación son sensación de arenilla y picor o quemazón.
- Por último, sequedad ocular: la producción de lágrimas es menor en personas que usan las pantallas con frecuencia, ya sea por trabajo o por diversión, con relación al resto de la población, según diversos estudios.
Cómo podemos frenar los síntomas
Para combatir este problema visual en primer lugar hay que asegurarse de no tener ningún defecto de la vista corregible con gafas, para ello es importante acudir periódicamente al oftalmólogo.
Después de esto, debemos comprobar que llevamos a cabo estas claves para prevenir las molestias oculares:
- El borde superior de la pantalla debe estar a la altura de los ojos del usuario con un ángulo de 30º y a unos 50-70 centímetros de distancia.
- Utilizar una silla ergonómica y mantener las piernas formando un ángulo de 90º.
- Evitar el humo del tabaco.
- Vigilar el grado de humedad ambiental.
- Evitar los reflejos de las ventanas y de las cortinas con lamelas horizontales.
- Los filtros anti reflectantes pueden ser de ayuda.
- Disponer de una pantalla de buena calidad teniendo en cuenta la resolución y el contraste.
- Utilizar lágrimas artificiales.
- Por último, hacer pausas cada cierto tiempo y realizar algunos ejercicios oculares como parpadear de forma lenta.
Por consiguiente, estas pautas son geniales para que las practiquemos los adultos, es un poco más complicado decirle a nuestros peques que sigan todas estas normas.
Ya que ellos se tiran en el sofá de cualquier manera, cogen malas posturas casi la mayoría del tiempo.
Por un lado, es recordable que les inculquemos un buen uso de las nuevas tecnologías y por otro lado, tener a mano un buen control parental como SecureKids, nunca viene de más.
Podremos controlar el tiempo de uso de sus dispositivos sin tener que estar delante.
De este modo, poco a poco podremos inculcarles buenos hábitos, conseguiremos que este penoso síndrome no tenga porqué aparecer.
Esperamos que estos consejos os hayan servido de ayuda.
¡Hasta la próxima!