Desde edades cada vez más tempranas, los más pequeños de la casa comienzan a utilizar dispositivos con acceso a Internet. Estos dispositivos dan la posibilidad de evolucionar a la enseñanza, pero también pueden entrañar graves peligros de los que tenemos que ser conscientes tanto padres como hijos.
La forma más recomendable para minimizar estos peligros es educar desde el principio.
Aquí te damos 7 consejos para ayudarte con esa educación:
Para que los más pequeños empiecen a utilizar Internet deben estar bajo la tutela de un adulto. No es cuestión de vulnerar la privacidad espiando lo que hacen, sino de evaluar y supervisar el uso que están haciendo de Internet.
Es necesario que sean conscientes de todos los peligros que existen en la red para así poder identificarlos e intentar evitarlos. Al igual que las nuevas tecnologías han traído muchísimas mejoras en nuestra vida cotidiana, también han crecido muchos peligros a consecuencia de la misma.
Cualquier dato como el correo, el nombre completo u otra característica que permita identificar a tu hijo deben permanecer en la más estricta intimidad. Los más pequeños no deben compartir datos personales con desconocidos.
Los archivos adjuntos de los emails o programas de un proveedor desconocido no deberían ser ejecutados o descargados por los más pequeños.
Asegúrate de configurar la privacidad de las cuentas de tus hijos en las redes sociales. Si tu hijo tiene menos de catorce años debería pedirte consentimiento para la creación de cualquier perfil en las redes sociales.
Es imprescindible ganarse la confianza de nuestros hijos en materia de redes sociales, ya que si tu hijo siente acosado por alguien mientras navega por Internet debe contarlo con la mayor urgencia posible.
Ayúdate de profesionales y herramientas, no siempre podrás estar supervisando físicamente su uso de los dispositivos. Desde SecureKids te podemos ayudar a hacer este trabajo más sencillo con todas nuestras funcionalidades para protegerlos de los peligros de la red.