La tecnología: una oportunidad de inclusión o un peligro de exclusión

La tecnología puede operar como una herramienta para exterminar las desigualdades y superar brechas sociales, aunque también corre el riesgo de amplificar y profundizarlas. Por sí misma, no constituye un factor incluyente o excluyente, sino que la clave que permitirá direccionarla hacia la inclusión social está en que exista esta intención, tanto en su diseño como aplicación.

La tecnología está evolucionando a una velocidad tal, que puede que en pocos años, podríamos estar colonizando Marte. Pero pongamos los pies en la tierra y hablemos de lo que verdaderamente nos ocupa. La tecnología: una oportunidad de inclusión o un peligro de exclusión, tristemente esto es así, está en nuestras manos cambiarlo.

Cómo ya hemos comentado en artículos anteriores, la tecnología es una importante oportunidad de inclusión si se usa como es debido. El problema es que no todos los hogares disponen de tecnología ya que su economía no se lo permite.

Este es un grave problema que como sociedad avanzada deberíamos poder solventar. La tecnología inunda todo a su paso y es nuestro deber que todos podamos disfrutar de ella.

Una oportunidad de inclusión o peligro de exclusión

Hoy día la educación está cambiando y aunque en algunas partes son más reacios a someterse a los nuevos tiempos, en otros lugares la tecnología está ya perfectamente integrada en las escuelas y los niños y niñas disfrutan ya de una educación innovadora y para todos los sectores.

La tecnología ha supuesto para muchos un arma imprescindible para la inclusión de todos los niños y niñas que por culpa de alguna discapacidad, no pueden optar al método educativo tradicional.

Gracias a la tecnología, se han creado una serie de métodos educativos completamente válidos, para que estos niños y niñas no vean retrasado su desarrollo, y opten a una educación de calidad, al mismo nivel que el resto de sus compañeros.

Pero…¿Qué ocurre si no podemos llevar la tecnología a todos los hogares que lo necesitan?

Ahí es donde radica ahora mismo el mayor problema de nuestra sociedad actual. Se convierte en un arma de exclusión social. 

Todos soñamos con que algún día la tecnología sea gratuita para todos y podamos disfrutar de ella y de todo lo que la red nos puede ofrecer. Pero mientras ese día llega, sólo podemos intentar que llegue al mayor número de hogares posibles.

La tecnología es el presente y el futuro, y cómo tal debe estar al alcance de todos.

La tecnología para la inclusión.

Aquí os hablaremos de varias apps que pueden usar sus hijos e hijas para complementar la educación que reciben en los colegios.

Empezaremos con una app a la que ya le dedicamos un artículo en nuestro blog, yo también leo, una app diseñada para adaptarse por completo a las necesidades de los niños y niñas con algún tipo de discapacidad intelectual.

Tenemos también dos apps para aprender matemáticas la mar de divertidas, que harán las delicias de los más pequeños y serán ellos los que quieran hacer los deberes; bmath y smartick.

Por último, os voy a dejar el enlace a dos artículos que creamos en su momento con el top10 de las apps educativas más atractivas, parte 1 y parte 2.

No debemos olvidar que la tecnología en manos de los menores puede ser un arma peligrosa y nunca viene de más que en los dispositivos de nuestros hijos e hijas pongamos un buen control parental como SecureKids, para asegurarnos de que están protegidos y a salvo.

Tecnología para todos

Aunque pueda parecer una utopía, esa debería ser nuestra meta, que la tecnología sea para todos y esté en todos los hogares.

Una tecnología de inclusión y no de exclusión social, que sirva para todo el mundo, tenga las capacidades que tenga.

Puede que no estemos tan lejos de lograrlo, la tecnología avanza y el ser humano avanza con ella. Quién sabe lo que habrá dentro de 10 años o más. Sólo esperamos seguir aquí para contárselo.

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